Padecimientos alimenticios modernos

Por muchos años, la bulimia y la anorexia habían sido los trastornos de alimentación más comunes. Se volvían una gran preocupación para padres y profesionales de la salud, pues los afectados dejaban de comer o recurrían a estrategia tóxicas relacionadas con este objetivo.

Hoy en día, la comida se ha vuelto un centro de atención y esto ha derivado en padecimientos como la vigorexia y la ortorexia.

Conócelos.

Por qué surgieron

Actualmente, el fitness es la tendencia que encontramos en todos lados. Se refleja en revistas, anuncios, tiendas e incluso especialistas en salud nos comentan de sus beneficios.

El problema, como siempre, radica en los extremos. Debido a este énfasis en la alimentación saludable y el cuidado físico, la vigorexia y la ortorexia (los dos padecimientos modernos más populares) han surgido entre la población.

Te decimos qué son.

Vigorexia

Este padecimiento no es propiamente alimenticio, pero lo incluimos porque se siguen ciertas dietas bajas en grasa o carbohidratos con el fin de “ganar más músculo”. Muchos fisicoculturistas padecen de este mal.

¿En qué consiste? Es más común en varones que padecen de “distrofia muscular”, donde se perciben con una estructura muscular distinta mucho más delgada de lo que es y por ello hacen ejercicio físico de forma compulsiva y exagerada (con énfasis en las pesas), renunciando a actividades como el trabajo o las relaciones sociales.

El nombre más popular de ello es la “anorexia atlética” y llegan a consumir agregados de proteínas o anabolizantes, con efectos secundarios como acné, problemas cardíacos, cambios de humor y otros.

Este padecimiento es muy peligroso para la salud.

Ortorexia

Otro padecimiento severamente enfocado en la alimentación es la ortorexia.

Este trastorno puede pasar fácilmente inadvertido porque parte de un “comer saludable”. El problema radica cuando todo lo que les importa es comer sano, recorriendo grandes distancias por tener algo orgánico y evitando reuniones donde no habrá alimentos sanos, lo cual conduce incluso a una percepción de “superioridad” sobre los demás, pues ellos lo están haciendo “bien” y los demás no.

Quienes lo padecen pasan gran parte de su día planificando sus comidas, contando calorías, nutrientes y obsesivamente repasando etiquetas e ingredientes.

Además de los problemas emocionales y psicológicos que conlleva esta práctica, llegan a padecer de desnutrición o incluso exceso de vitaminas o minerales, igualmente dañino para su cuerpo.

Cómo evitarlos

Antes que nada, recuerda que tu cuerpo es un vehículo y tu mejor compañero, pero tú no eres tu cuerpo. Debes cuidarlo y quererlo, pero no debe volverse tu principal preocupación en ningún momento de tu vida.

La mejor forma de evitar cualquier trastorno es evitar los extremos.

Enriquece tus relaciones sociales y siéntete nutrida y querida con el cariño de quienes te rodean.

¿Conocías estos peligrosos padecimientos modernos?