¿Has oído hablar de la dieta del ayuno intermitente?
No es una dieta que sirve únicamente para perder peso, es un estilo de alimentación que puede hacerte vivir más y mejor.
A lo mejor has leído que lo más recomendable es hacer cinco comidas al día, pero te sorprenderá saber que hay otra opción más sana. Y es que muchos estudios han concluido que ingerir comida dos veces al día, mientras se ayuna el resto de la jornada, trae muchos beneficios al cuerpo humano.
A este tipo de alimentación se llama dieta del ayuno intermitente, consiste en alternar periodos de ayuno con periodos de ingestión de alimentos. Existen distintos tipos de ayuno intermitente, aunque los más conocidos son el ayuno 16/8, ayuno 24, ayuno 48 y ayuno 5:2, siendo el primero el más practicado y el más fácil de llevar a cabo por "principiantes". El ayuno 16/8 consiste en realizar periodos de ayuno de 16 horas, seguido de periodos de alimentación durante 8 horas. Es decir, que si por ejemplo realizamos la primera comida a las 13:00, realizaríamos la ingesta de todas nuestras calorías diarias entre las 13:00h y las 21:00h. Al día siguiente, volveríamos a comer tras 16 horas desde la última comida, es decir, a las 13:00h de nuevo.
Por supuesto, en los períodos en los que está permitido comer, la alimentación debe de ser lo más equilibrada y saludable posible: carne, pescado, verduras y frutas están permitidas, pero no así la comida rápida, la comida procesada, los dulces.
Beneficios de la dieta del ayuno
El ayuno intermitente tiene múltiples beneficios para nuestro organismo, y es una estrategia de alimentación con la que no se pasa hambre, se pierde grasa, se eliminan toxinas y se gana masa muscular, entre otras cosas:
Ayuda a reducir la mortalidad y retrasa el envejecimiento, tanto a nivel físico como a nivel celular. Ayunar de forma intermitente depura las mitocondrias de las células, las últimas responsables de generar energía a partir de los alimentos.
Ayuda a mejorar nuestro perfil lipídico, es decir, nuestro colesterol, además de reducir los triglicéridos.
En caso de cáncer, ayuda a limitar el crecimiento de células cancerígenas.
Ayuda a mejorar el funcionamiento del páncreas, la sensibilidad a la insulina y mejora el uso de la glucosa como energía.
Protege de enfermedades cardiovasculares.
Mejora la capacidad de autocontrol, ya que normaliza los niveles de ghrelina, también conocida como la “hormona del hambre”.
Si estás acostumbrado a comer muchas veces al día (cinco o más) y quieres intentar un ayuno intermitente debes tomarlo con calma. Comienza por reducir las comidas diarias a tres (desayuno, comida y cena), y cuando te hayas acostumbrado, intenta reducir las calorías y el volumen del desayuno hasta que sientas que puedes sobrevivir sin él. El protocolo Lean Gains, como es más equilibrado, también permite hacer deporte sin riesgo, siempre que se tomen un 20% más de calorías en los días de entrenamiento (aumentando el consumo de carbohidratos) y un 20% menos de ellas en los días de descanso (reduciendo los carbohidratos). Lo más recomendable es hacer ejercicios de fuerza tres veces por semana, y consumir, en general, bastantes proteínas (3 gramos por kilo de peso), ya que son muy saciantes y proporcionan a los músculos toda la fuerza que necesitan para funcionar y desarrollarse.
Investigaciones realizadas en el Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, en Utah, Estados Unidos, mostraron la eficacia del ayuno de 24 horas para reducir el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, y colesterol sanguíneo.
Para personas sanas que buscan adelgazar, el doctor Michael Mosley, en su libro The Fast Diet, recomienda limitar la alimentación en los hombres a 600 calorías y en las mujeres a 500 calorías, es decir sería un cuarto de la reducción energética diariamente.
Mosley propone el consumo normal de alimentos durante 5 días y 2 de ayuno en la semana, tomando infusiones y agua. La alimentación se limita a entre 6 y 7 horas por día, es decir, si se comienza a ingerir alimentos a las 11 se dejará de comer a las 17 o 18.
Sugiere, además, el no consumo de alimentos tres horas antes de irse a descansar a la noche.
Otros investigadores recomiendan un lapso de consumo de alimentos de 8 horas y aún menos. Esto significa comer en el lapso de 11 a 19. Por lo que sugieren no desayunar y que la primera ingesta sea el almuerzo. Aconsejan la reducción al mínimo de carbohidratos para reemplazarlos por grasas saludables: aceite de coco, de oliva, aceitunas, huevos y frutas secas.
Si inicias este tipo de ayuno, deberías optar por alimentos libres de aditivos y conservantes, que no contengan sal ni azúcares escondidos, y que sean libres de harinas refinadas (son altamente inflamatorias).
Consejos generales
Los ayunos no son para todas las personas.
Son terapéuticos siempre y cuando la persona esté supervisada por un profesional que lo oriente y que se adapte a sus necesidades.
Trabajar en los hábitos alimentarios, en el estilo de vida activo y en los pensamientos alentadores y no conformistas.
Marfil Heuzé